Una duda empapada de nada y esperanzada en todo

Solo una duda me impulsa el escribir estas líneas: ¿Por qué, en general, la sociedad sabe más quien es París Hilton y menos quien es el subcomandante insurgente Marcos ? Dejando ideologías de lado, ¿no estaría bueno que todo se comunique en una misma medida? La industria cultural de los medios masivos está empeñada en meternos solo una parte de la campana. A mi ver esto es dañino para todos, porque si siempre vemos un árbol en primavera, nunca sabremos lo que es el invierno. No digo ser “don crítico” y analizar todo con lupa, pero si bogo porque al menos pensemos que toda cara tiene una contracara y que en este mundo hay más categorías que la de bueno y malo. Digo, de repente a veces está bueno bucear por otras aguas. Porque hay “otras aguas” y otras visiones. A veces es necesario romper el frasco y descubrir que hay tantas razones como cabezas hay en el mundo ¿Entonces todo es relativo? No, simplemente que nada es absoluto. En un libro que leí hablan de algo llamado nihilismo ingenuo, me pareció interesante la idea. Según Wikipedia El nihilismo (del latín, nihil significando 'nada') es la negación de todo principio, autoridad, dogma filosófico o religioso. El nihilismo es una posición filosófica que argumenta que el mundo, y en especial la existencia humana, no posee de manera realmente objetiva ningún significado, propósito, verdad comprensible o valor esencial superior. ¿Y qué tiene que ver el nihilismo ingenuo con lo que les venía hablando? Todo y nada. Un nihilista ingenuo es alguien que cree y está convencido que nada sirve y está decepcionado del mundo, pero, y aquí radica esa ingenuidad a mi ver, para decepcionarse de algo primero hay que estar ilusionado de ese algo ¿cómo creer en nada si nunca creí en algo? Como pensar que todo da igual si desde que me levanto hasta que me acuesto estoy eligiendo entre cosas que son diferentes: salado o dulce, pomelo o naranja, ying o yang. Hablo de los que podemos elegir, los tinquiritos burguesitos, los otros, los nadies, son un tema aparte. Que esté decepcionada una persona que peleo con el ERP y vio sus sueños desvanecerse, lo entiendo, creyó en algo y ahora no cree en nada. Pero nosotros, la nueva sangre, los jóvenes burguesitos ¿de qué estamos decepcionados?, ¿de qué se terminó la década menemista?, ¿de qué Argentina no salió campeón?. A mí ver copiamos una decepción como si fuera nuestra y no es así, estamos dejando pasar la oportunidad generacional de hacer cosas, aunque después no salgan y después seamos incrédulos. Pero después, la clave es esa, después. Ahora, hoy, tenemos que creer y darle valor a la palabra utopía y no hablo de cosas grandes, hablo de revalorizar nuestro derecho a la ilusión o de votar en contra de los malos gobiernos, o de decir: sí me importa, o de ir a una marcha, o de escribir, pintar, cantar pero todo eso con un objetivo. Tenemos más salidas que el “porro olvida mundo”, la birra olvida penas y el Ribotril (soluciones que encontró el capitalismo para nuestros males, sus males). Tenemos que, como bien apunta el tinquirito Fer, escribir la hoja en blanco. Escribiendo cada uno y entre todos podemos reescribir la historia. Porque si nosotros somos la nada, ¿nuestros hijos que van a ser? la nada, nada. Porque si es así, quememos las ciudades, los libros, los cines, las computadoras y vivamos en bolas, total si nada importa, todo es lo mismo. Falacia, a nadie le da todo lo mismo, a veces es más cómodo hundirse en el fango de la decepción que arrastrar las rodillas por la piedra de la ilusión. Y sí, que no te importe nada, hoy en día es más común y más aceptado que te importe algo, porque cuando te importa algo tus viejos, algunas gentes te miran con cara rara y pensando en tu futuro te transmiten su decepción y sus batallas perdidas y te muestran que desde que el mundo es mundo los buenos pierden y los malos ganan y que mejor te armes un futuro, te empujan ese poquito de soñador que tenes al rincón y te invisten de las responsabilidades que vas a tener o tenes. Ojo, no digo hacerse el boludo con las responsabilidades, hay que cumplirlas, pero no tienen que ser lo único. O sea, el hipismo fue un movimiento que ya pasó. Hay que soñar y trabajar y mejor si se puede trabajar para el cambio. No sé a dónde quiero llegar, pero si quiero decirles que yo hace un tiempo que me saque la nada de encima y haciendo una revista y creyendo me siento mejor, como le´r en una agenda (una frase que no está firmada) “Mañana tal vez tenga que sentarme frente a mis hijos y decirles que fuimos derrotados..., que no supimos como hacer para ganar, pero no podría mirarlos a los ojos y decirles que ellos viven así porque yo no me anime a pelear.” Y es así, si los que tenemos los medios nos hundimos en la nada y aceptamos saber sobre Paris Hilton y no saber sobre el subcomandante Marcos creo que estamos errando ( quiero que quede claro, subcomandante Marcos o Videla, lo importante es ver toda la esfera).

Y disculpen mi sinceridad de última línea, me encantaría que todos los que hayan leído esto dejen un comentario, no para alimentar mi ego, si no para saber que hay cabezas detrás de los monitores que sufren y sienten cosas parecidas a las que me pasan y más importante para saber que esto no les genero nada. Putenme, desacuerden, acuerden, griten, manden virus, pero hagamos no nada, yo ya hice algo, pequeño, lance esta piedrita cubierta de doxa y ganas de eco.

firma un Tinquirito que se suma a Eco llamado Aureliano.