El blog de nuestra revista de papel y hueso. Un lugar para debatir, participar y, mediante las palabras, conocer y saber que existe un otro (que piensa, llora, rie, quiere, odia)

domingo, 20 de abril de 2008

Che Tango Che


¿Por qué la palabra Tango a mucha gente y especialmente a los adolescentes le trae reminiscencias de “cosa vieja” “cosa de extranjero”?

¿Por qué si decís “escucho tango” y tenes menos de 50 años la gente te mira extrañada como si dijeras algo raro?

La verdad no sé que respuesta darle a estos interrogantes. Sé que el Tango para muchos es cosa vieja, cosa del pasado. Y ocurre algo que es más terrible, los de afuera aprecian y saben más de “nuestro” 2x4 que nosotros mismos. ¿O cuantos por estos pagos saben quien fue Leopoldo Federico, Astor Piazzolla, Julio Sosa, Enrique Santos Discepolo, Homero Manzi? No crean que soy un viejo mañoso que defiende y vanagloria un pasado de oro. Nada que ver, soy un pibe de 22 años que pretende aferrarse a algo de la cultura de su tierra, a unas letras que cuentan la historia de su país, que describen a su gente, sus penas y sus glorias. No soy nacionalista ni mucho menos, nunca entendí que significa eso. Para mí el Tango no tiene nada que ver con Argentina en abstracto, el Tango es, fue y será un cacho de Argentina y su gente, un ritmo popular, una forma de decir y de cantar. Odio al Tango como algo “chic”, como algo muerto y de museo. Me encantaría un Tango vivo que fundiese en sus ritmos las penas y alegrías del presente, un tango que diga y denuncie y que registre la historia en sus letras. Pero antes me gustaría que sobre todo mi generación empiece a escuchar Tango o por lo menos que sepa de qué se trata y no lo reduzca solo a “Gardel” el Abasto, y un par de lugares comunes más.

A partir de este artículo voy a empezar a contar la historia del Tango, a reivindicar ciertos personajes, a mostrarles ciertas obras de arte, a darle vida a algo que parece muerto y fundamentalmente hacerles ver que el tango está inmerso en nosotros aunque no nos demos cuenta, ¿o de donde creen que salieron las palabras chabón, bagayo, chamuyo? ... El lenguaje y la simbología del tango son nuestro lenguaje y nuestra simbología (o quien no toma mate con bizcochitos, o le dice “vieja” a la madre)

Para ir cerrando les dejo una definición del Tango (que rescata Horacio Salas en su libro “El Tango”) por Discepolo (alguien del que ya voy a hablar y mucho...): “Es un pensamiento triste que se baila”


ah!, casi me olvidaba, si les parece dejen un comentario, como esto es un blog existe la posibilidad del ida y vuelta...


DAM

3 comentarios:

KAM dijo...

jajaja, muy bueno el escrito. yo tambien escucho tango de vez en cuando y me parece hermoso... me pasa lo mismo cuando hago algun comentario sobre el: me miran con cara de "que asco".
lo mismo pasa con el rock progresivo, te miran con cara rara cuando estas escuchando tal banda con ese estilo..
que va!!! prefiero eso a emmanuel horvileur(como se escriba) con su hit "y dooonde estaaaan esas radios moderrrrrnas?"
cuando antes cantaba en contra del sistema,
como se da vuelta la torta eh...
felicito a revista eco porq vfeo que se sumaron mas!
karen

eli dijo...

CADA DÍA QUE PUEDO LOS LEO UN POCO MÁS.ME ENCANTA QUE PIENSEN,Y COMO PIENSAN.
ELI

Anónimo dijo...

No se. Yo tengo 31 años. A veces el tango medio asi como que me deprime, me hace sentir que ya estoy viejo, que todo ya fue. Me gusta mas el folklore.
Yo tampoco se demasiado de ese estilo de musica, se tangos puntuales. Pero lo que noto es que muchos de los cantantes nuevos en vez de inventar temas propios siguen cantando lo mismos que se cantaban en el ´30, 40 0 50. Y a su vez la mayoria de los programas dedicados a ese genero casi no los difunden. Siguen pasando siempre los clasicos artistas que, por mas que nos duela, ya no estan sobre este mundo. De modo que, a mi parecer, se va formando un circulo vicioso que se va encerrando sobre si mismo. No se... es lo que me parece a mi. Quiza me estoy mandando cualquiera.